Un paradigma se puede decir que es: el conjunto de ideas, pensamientos o creencias incorporadas generalmente durante nuestra primera etapa de vida que se aceptan como verdaderas o falsas sin ponerlas a prueba de un nuevo análisis.

El Diccionario Oxford define paradigma como «Un patrón o modelo, un ejemplo».

El filósofo y científico Thomas Kuhn dio a paradigma su significado contemporáneo cuando lo adoptó para referirse al conjunto de prácticas que definen una disciplina científica durante un período específico de tiempo. El mismo Kuhn prefería los términos ejemplar o ciencia normal, que tienen un significado filosófico más exacto. Sin embargo, en su libro La Estructura de las Revoluciones Científicas define a un paradigma de la siguiente manera:

  • Lo que se debe observar y escrutar.
  • El tipo de interrogantes que se supone hay que formular para hallar respuestas en relación al objetivo.
  • Cómo tales interrogantes deben estructurarse.
  • Cómo deben interpretarse los resultados de la investigación científica.

Kuhn define al paradigma como «una completa constelación de creencias, valores y técnicas, etc. compartidas por los miembros de una determinada comunidad.   [

Los investigadores sociales han adoptado la frase de Kuhn («cambio de paradigma») para remarcar un cambio en la forma en que una determinada sociedad organiza e interpreta la realidad. Un «paradigma dominante» se refiere a los valores o sistemas de pensamiento en una sociedad estable, en un momento determinado. Los paradigmas dominantes son compartidos por el trasfondo cultural de la comunidad y por el contexto histórico del momento.

La palabra paradigma es también utilizada para indicar un patrón o modelo, un ejemplo fuera de toda duda, un arquetipo.

Adam Smith  definía al paradigma como «un conjunto compartido de suposiciones. Es la manera como percibimos el mundo: Agua para el pez. El paradigma nos explica el mundo y nos ayuda a predecir su comportamiento». La nota que hace Smith sobre la predicción es de suma importancia porque allí está la clave en cuanto a la importancia de asumir los cambios de paradigma en su dimensión educativa, prospectiva y holística, es decir, en lo que tiene que ver con el logro de habilidades para asumir el futuro y el cambio.

Los paradigmas son, por tanto, un conjunto de conocimientos y creencias que forman una visión del mundo (cosmovisión), en torno a una teoría hegemónica en un determinado periodo histórico. Cuentan con el consenso total de la comunidad científica que los representa, y resultan tan evidentes e integrados para las personas que su funcionamiento puede considerarse casi inconsciente.

Relacionado con todo ello, está el debate de si estamos en un cambio de época o una época de cambios. 

Los cambios de época no son una novedad para la humanidad; el último cambio histórico ocurrió hace más de 200 años, cuando la Revolución Industrial condujo a las sociedades desde el agrarismo hacia el industrialismo, generando incertidumbre, discontinuidad, inestabilidad, desorientación, inseguridad, perplejidad y, por lo tanto, vulnerabilidad.

Ahora, tres revoluciones–sociocultural, tecnológica y económica–están haciendo obsoleta la época del industrialismo y forjando la época de la información. Sin embargo, este proceso no ocurre de forma clara ni sin contradicciones, que son propias de un cambio de época, por la competencia entre visiones de mundo en conflicto, que intentan prevalecer en la época emergente.

Pero, qué es una época histórica, cuándo cambia una época, y por qué diferentes grupos sociales y organizaciones de desarrollo se quedan vulnerables durante este fenómeno? Estas son preguntas fundamentales para comprender la génesis del actual cambio de época y la forma cómo este fenómeno aporta vulnerabilidad a todas las organizaciones de desarrollo.

Hace ahora más de cuatro décadas que el sistema de ideas, sistema de técnicas, mecanismos institucionales y consecuencias del industrialismo están bajo críticas crecientes e inexorables, empujando esta época histórica hacia una crisis irreversible.

Todo está bajo cuestionamiento generalizado: (i) la visión de mundo; (ii) la naturaleza, rumbo y prioridades del paradigma de desarrollo; y, (iii) los elementos orientadores de esta época histórica–valores, conceptos, principios, premisas, promesas, enfoques, modelos, teorías y paradigmas–que servían de referencia para orientar a los actores sociales, económicos, políticos e institucionales del desarrollo. Bajo las contradicciones propias de un cambio de época, otra época está siendo forjada.

Nada es más emocionante que los tiempos que nos tocan vivir. VIVAMOSLOS.

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